viernes, 31 de mayo de 2013

Dueño y señor.

Dueño y señor.


El carácter de nuestra mascota no sólo depende de la herencia, sino que nuestro adiestramiento forma parte del 50% del mismo. El Chihuahua tiende a querer controlarlo todo, pero tiene que aprender que su territorio también es de mucha otra gente a la que debe respetar. De lo contrario, se pondrá furioso cuando le intentes ordenar algo o, incluso, cuando te sientes en el mismo sitio que él. Este comportamiento también lo deja entrever en la calle, donde se pone en contra de cualquier perro, grande o pequeño, si ve que se acerca a su dueño. A los que más respeta son a los de su propia raza.
Una vez que hayas conseguido que se adapte a tu hogar y esté tranquilo y cómodo con los miembros de la familia, comenzará a ladrar a todo el que venga de fuera. De esta forma, tus amigos y las personas ajenas a tu vivienda, no se creerán lo bueno, simpático, cariñoso e inteligente que es cuando se lo transmitas.


Un síntoma de que se siente inseguro o con miedo, es el temblor. Esta reacción es muy común en estos perros ya que son muy nerviosos. Muchas veces, sus temblores no son debidos al frío, sino a la infelicidad.


Es una raza muy especial, que convierte a estos perritos en seres increíbles. Son pequeños, inteligentes, bonachones, fieles y muy cariñosos. Si tienes la oportunidad de tener uno, no la dejes escapar, ya verás como no te vas a arrepentir: acabará formando parte de tu vida en un tiempo récord.

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